Explorar los límites entre la realidad y la ficción siempre me ha fascinado en la literatura, y en "La noche boca arriba", publicado en 1956 en Final del Juego, Julio Cortázar lo hace con maestría.
Es un cuento que comienza con aparente simpleza, pero que poco a poco se despliega hasta revelar su verdadera esencia.
🔴 ALERTA DE SPOILER
A partir de aquí se revelan detalles clave del final de "La noche boca arriba". Si aún no has leído el cuento, es mejor que lo hagas antes de continuar.
La trampa narrativa de Cortázar
La trama es sencilla: un motociclista tiene un accidente, y lesionado, lo llevan a un hospital para atender sus heridas. Las heridas no parecen graves. Él estará bien. Sin embargo, mientras está en recuperación en la sala del hospital los sueños febriles comienzan a aparecer. Ya no es un motociclista en una gran ciudad. Ya no es el hospital lo que huele. Ahora es un azteca en la era prehispánica. Su nariz se inunda de lodo, humedad, sangre y muerte. Está huyendo y agitado corre por la selva.
De esta manera Cortázar empieza a romper poco a poco la realidad que creó en un inicio. El lector se siente engañado: lo que creía cierto parece disiparse poco a poco. Los cambios de una realidad a otra no son abruptos; la prosa limpia se encarga de llevarnos de un lado a otro con sutileza. La historia se vuelve envolvente y podemos sentirnos como el personaje, porque muchos lo hemos vivido: un sueño pesado que nos reparte entre la realidad y la ficción.
Después de un ir y venir entre épocas, de como lectores sentirnos seguros en el hospital lejos de lo salvaje, llega la revelación final: el sueño no era la guerra, los aztecas y la persecución. Esta era la realidad. El sueño era el otro: el accidente y el hospital. Y podemos ver cómo el personaje pasa por un gran pasillo camino a ser sacrificado.
Este final es un golpe seco en la cara, y por eso me impactó la primera vez que lo leí, y sigue haciéndolo cada vez que vuelvo a él. No porque me guste que me den golpes secos en la cara, sino porque los textos que me hacen dudar de mi existencia o que me hacen tener miedo de soñar tocan fibras sensibles en mí.
Pero ahí está: el terror de despertar y descubrir que todo lo vivido no fue más que un sueño. En ocasiones me recuerdo llorando cuando era un niño; despertar abruptamente de una pesadilla y no entender más que el dolor. ¿Y cuál es mi miedo? Que un día, en mi ahora adultez, me vaya a dormir y despierte siendo ese niño: que nada de lo que hasta hoy he vivido existió.
El tiempo y la estructura: una navaja de doble filo
Cortázar juega con la temporalidad como si fuera plastilina. La estructura del relato no es lineal, sino circular. El motociclista cree que sueña con ser un indio perseguido por guerreros aztecas, pero en un golpe maestro, descubrimos que es al revés: el indio sueña con ser un motociclista herido en un hospital.
La clave aquí es la percepción del tiempo en las culturas enfrentadas. Para el hombre moderno, el tiempo es lineal: hay un ayer, un hoy y un mañana. Para los aztecas, el tiempo es cíclico, una repetición infinita de sacrificios y renovaciones. El protagonista se rige por un tiempo occidental hasta que el relato le impone otro más ancestral e inexorable. Al final, no despierta de una pesadilla: se despierta en la pesadilla.
El miedo a lo primitivo
Una parte interesante por explorar en este cuento, es que como lector, la parte perturbadora del relato nos parece la persecución del indio. Proyectarnos en esa situación nos hace sentir vulnerables y amenazados. El mismo relato lo maneja así: el ambiente seguro parece estar en el hospital; mientras que, la guerra es lo salvaje y lo riesgoso. Nos suscribimos a la idea de que la civilización es nuestro refugio. En la modernidad no puede pasarnos algo así.
Pero…más allá de que el accidente es en sí mismo una prueba de que los peligros en la modernidad siguen latentes, entendemos que la barbarie no está solamente en el pasado: está en nosotros. La modernidad nos tranquiliza, pero la historia de Cortázar nos lo recuerda: seguimos siendo sacrificables.
¿Sueño o realidad? La broma final
Si bien Cortázar parece dejar claro al final del cuento que la realidad era lo que sucedía en la selva, es inevitable que como lectores nos quedemos con la duda atrapada: ¿Qué fue lo real? ¿El hospital o la selva?
“Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños; un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo (...)”
Esto nos deja flotando en la incertidumbre, dudando incluso de nosotros mismos. Abrimos y cerramos los ojos, esperando sentir si estamos atrapados entre la realidad y la ficción. Tocamos nuestra piel. Olfateamos a nuestro alrededor. Pero no vemos nada, ni olemos algo extraño y aterrador, y nuestra piel está ahí donde siempre ha estado. Ahí seguimos: detrás de una computadora o detrás de un celular. Estamos seguros.
Y una breve idea aparece: ¿Y si al dormir pasa…? Quizá.
Preguntas frecuentes sobre La noche boca arriba:
¿De qué se trata el cuento La noche boca arriba?
Trata sobre un hombre que sufre un accidente de motocicleta y, mientras está en el hospital, sueña que es un indígena azteca perseguido para ser sacrificado. Sin embargo, al final, se revela que la "realidad" era en verdad el sueño.
¿Cuál es la idea principal de La noche boca arriba?
La historia explora la dualidad entre sueño y realidad, cuestionando la percepción del tiempo y nuestra certeza sobre lo que es real.
¿Cuál es la sorpresa del final de La noche boca arriba?
Lo que parecía un sueño de guerra y sacrificios resulta ser la realidad. El hospital, el accidente, la ciudad… todo era la verdadera ilusión.
¿Cuál es el mensaje de la obra La noche boca arriba?
Sugiere que la realidad es relativa y que la mente puede confundir lo que creemos real con lo que es un sueño. También plantea que la civilización moderna no nos ha alejado del destino inescapable de la violencia y la muerte.
¿Qué es lo que causa el accidente del motociclista en La noche boca arriba?
El motociclista choca con una mujer que cruza la calle inesperadamente.
¿Cuál fue el sueño en La noche boca arriba?
El supuesto sueño es la vida del motociclista en el hospital, cuando en realidad su verdadera existencia es la del indígena que está por ser sacrificado.
¿Qué pasa al final de La noche boca arriba?
El protagonista comprende que su verdadera identidad es la del prisionero azteca y que está a punto de ser sacrificado. La historia termina con él aceptando su destino en la pesadilla de la que no puede despertar.
Puedes leer el cuento aquí.
Para conocer más cuentos increíbles, no te olvides de revisar la sección dedicada a este género breve, pero impactante.